“Aquel
que no conoce su historia, está condenado a repetirla”
“la
historia se repite dos veces, la primera como tragedia, la segunda como farsa…”
Karl Marx
El Sr Rex Tillerson,
ex ejecutivo de Exxon, secretario de estado de los Estados Unidos de América y
enemigo declarado de Venezuela, declaró en
su última reunión con el canciller ruso Sergei Lavrov, ser un “hombre
moderno” y por lo tanto, no estar
interesado en la historia.
El ex administrador
imperial Barack Obama, dijo en una conferencia con los países latinoamericanos
y del Caribe, que no venía a hablar del pasado pues solo estaba interesado en
el futuro, por lo que el Comandante Hugo Chávez
decidió regalarle el libro “las venas abiertas de Latinoamérica” de
Galeano, para refrescarle un poco su precaria memoria histórica.
Estas posiciones no
son para nada espontaneas o casualidades curiosas de dos altos funcionarios del
imperio. Ya en 1992, con el “supuesto” fin de la guerra fría, un pseudo
filósofo y politólogo gringo de nombre Francis Fukuyama, escribió un ensayo muy difundido “el fin de la
historia”, un intento de acabar con las ideologías, por medio de la
justificación y subsiguiente implantación de una sola “ideología” la del
liberalismo político y económico.
Desde hace mucho
las élites nos han dominado “más por la ignorancia que por las armas”, de forma
muy adrede y descarada se han dedicado a destruir el conocimiento, construyendo
un imperio de la ilusión, un mundo donde reina la falsedad y la mentira, la
inmediatez y la superficialidad, un
imperio donde el pasado es convenientemente manipulado a su favor o simplemente
borrado de la memoria colectiva de los pueblos.
Recordemos aquel
infame grito del falangismo español en la universidad de salamanca “muera la
inteligencia, viva la muerte!” allá por el año 1936, unos años antes
estudiantes y profesores alemanes apoyados por miembros del partido nazi
hicieron grandes fogatas con los libros de autores que ellos consideraban
opuestos a su pensamiento fascista. Más adelante en los años setenta y en los
ochenta las dictaduras sureñas prohibieron y quemaron libros, además de asesinar y desaparecer a cientos de escritores, periodistas,
profesores, estudiantes y músicos, vale mencionar aquí el cruel y vergonzoso asesinato de Víctor
Jara, cantante revolucionario chileno. Después de la invasión a Irak, es bien
conocida la campaña de asesinatos de líderes populares, artistas e
intelectuales desatada por las fuerzas del fundamentalismo apoyadas por el
imperio corporativo. En Venezuela tuvimos que ver el triste espectáculo de la
quema de libros en las llamadas guarimbas del 2014, y los ataques a liceos y
universidades en la nueva ofensiva de la extrema derecha. En fin una guerra
total contra el conocimiento y la creación de cultura en general.
De forma deliberada,
la historia, en los colegios y universidades al servicio de las elites, fue
poco a poco convirtiéndose en una materia aburrida, dictada por maestros insulsos
que obligan a sus alumnos aprender de memoria nombres y sucesos, sin ningún
tipo de reflexión o investigación profunda con pensamiento crítico, evitando de
manera muy eficiente una comprensión clara y completa del porqué de las cosas y
de como hemos llegado hasta la
situación actual, donde la humanidad se enfrenta quizás al más terrible de los desenlaces.
De forma deliberada,
nos han hecho olvidar sucesos importantes y nos han llenado el cerebro con una historia
hecha a la medida de los conquistadores, en la cual, los invasores asesinos de
la vieja Europa eran héroes que llegaron para
“civilizar” y salvar las almas de unos
salvajes ignorantes. Los nativo americanos o los “Indios” como los
llamaban, eran malvados que mataban y violaban a los santos colonos blancos que
traían, junto a su violencia, la religión protestante, el liberalismo y el
idioma anglosajón en el norte y los santos inquisidores de la religión católica
con sus idiomas, sus maquiavélicas leyes y su barbarie en el sur. En nombre de
la “civilización” destruyeron
antiquísimas y florecientes sociedades autóctonas del nuevo mundo,
acabando casi por completo con su cultura y sus costumbres ancestrales. Lo que
sobrevivió fue solo gracias a la
resistencia y a la lucha de nuestros pueblos originarios.
Nos han hecho creer
que las cosas son como son porque no pueden ser de otra manera, porque todo es
causado por los designios de alguna misteriosa deidad que desde un cielo remoto
dirige el destino de la humanidad, o que todo es culpa de una naturaleza humana violenta y egoísta, no de las
decisiones que siempre se toman desde los puestos de poder.
Esa compulsión de
las elites de manipular la historia lejana para que todo salga a su favor y obligarnos sutilmente a borrar los
principales hechos de la historia contemporánea para ocultar sus crímenes
inhumanos, le sirve a esos funcionarios “modernos” que no están “interesados en
la historia” y a quienes “solo les interesa el futuro”, para seguir
reproduciendo y perpetuando un sistema neoliberal fascista y violento, basado
en el despojo de los bienes de las
grandes mayorías solo para el disfrute de unos pocos acumuladores capitalistas.
Así se inventan un
mundo “post verdad”, una sociedad donde
existen unos “hechos alternativos”, creados por ellos mismos para seguir
manipulando a una población narcotizada. Un mundo donde los buenos son los
malos, y los verdaderos malos, como
siempre, siguen siendo héroes, pobres victimas de unos “salvajes ignorantes”. Así dejan de existir
los millones de civiles inocentes asesinados a mansalva en los bombardeos
indiscriminados que durante tres años destruyeron todos los centros poblados de
Corea del Norte, y desaparecen los millones de muertos en Vietnam, Cambodia,
Timor Este, el Congo, Yemen, Irak, Afganistán y tantos otras víctimas de la
vorágine capitalista, ya no existen entonces los miles de torturados y
desaparecidos en la operación cóndor y en las falsas democracias que durante
décadas gobernaron a Venezuela. Solo existen crueles tiranos y dictadores que reprimen y asesinan a sus pueblos, y los pulcros e impolutos
demócratas que se sacrifican para llevar su peculiar estilo de “libertad y democracia” a los incivilizados
pueblos del mundo.
Hoy más que nunca
es necesario revisar la historia, investigar profundamente las verdaderas
causas de una crisis que, aunque algunos traten de ocultar o ignorar, nos tiene al borde de un verdadero
y tenebroso abismo.Hoy la historia, sobre todo en Venezuela, se repite como
farsa, con los mismos personajes pero con un final impredecible, que si no
logramos evitar a tiempo, será un final lamentablemente trágico!
Tío.
ResponderEliminarY mira que me cuesta llamarte así pero la familia es impuesta, no se escoge.
No voy siquiera a Invertir más tiempo leyendo todo lo que aquí expones porque desde mi posición lo único que puede suceder es que se incremente un sentimiento para nada agradable hacia una inclinación de pensamiento que ha destruido distintas generaciones donde se ha implantado alrededor del planeta.
Pero si te voy a refutar el hecho que digas que la "derecha" ha querido que se pierda el conocimiento. Debo decir tajantemente que "MIENTES" con mayúsculas y en todo el esplendor de la palabra, por qué? Porque debo recordarte que no hace mucho tiempo uno de los Ministros de tu defendida revolución tuvo el tupé de decirle al pueblo venezolano literalmente: "No podemos permitir que dejen de ser pobres porque se convertirían en escualidos", definición más exacta imposible de lo que es el socialismo comunistoide que defiendes, llevar a todo un pueblo a su máximo nivel de necesidad para hacerles creer como un matriarca que solo el estado es capaz de mantenerles bien.
Te comunico que gracias a lo que defiendes se han desintegrado familias, han muerto jóvenes, niños, trabajadores por motivos varios. Si, por culpa del gobierno. Porque le interesa que existan los secuestros y la inseguridad para mantener amendrentados en sus casas o fuera del país a todas las personas que pueden ser peligrosas para mantener su status y sus inmunidades. Por esa razón me tuve que ir del país por si no lo sabes.
Que seguro que no, porque si ni te preocupas por preguntar que le aqueja a tu madre que yace postrada en una cama, que te va importar dónde estén los hijos de tu difunto hermano, y si me apuras incluso que te va a importar dónde está tu hijo. Si no te importa tu sangre, que te puede importar un pueblo? Un país? Un continente? Es muy fácil utilizar un discurso populista y caer bien.... lo difícil es conseguir la aceptación cuando llamas a las cosas por su nombre y le das un toque de realidad a las cosas que otros te disfrazan con fantasías cuando menos de cuento de hadas.
Pero bueno, fino.... solo te deseo salud y que vivas mucho tiempo a ver si puedes sentir en algún momento lo que siente tu madre hoy, o lo que sienten las familias de las victimas de las acciones de la piltrafa de gente que defiendes.
Y por si esto no lo leyeras, lo voy a publicar también en mis redes sociales a ver si por ahí te enteras.