Observando
el desolador espectáculo del SR. Banki Moon, y muchos de los
personeros políticos que hicieron su “stand up comedy “en las
Naciones Unidas, nos vemos aterrados por el discurso hipócrita y el
doble rasero de estos señores. A personajes como Obama, Macri o el
usurpador Temer no se les puede creer ni la mitad de lo que no dicen,
y de todas sus palabras se debe entender todo lo contrario.
Expertos como son en acusar a otros de sus defectos, pecados y
atrocidades, convierten a las víctimas en verdugos y a los verdugos
asesinos en inocentes corderitos que luchan por la libertad y la
democracia.
Lo
único que puede sacarse en conclusión de una reunión como esta, es
la necesidad extrema de un cambio radical en las estructuras y el
funcionamiento de una organización de gobernanza mundial, que hoy se
encuentra más al servicio de un pequeño grupo de países, que a su
vez están al servicio de las corporaciones transnacionales de la
muerte, que de los pueblos y naciones del mundo que buscan, paz,
justicia y la igualdad social.
Peña Nieto, Macri y Temer el usurpador, parecen cortados con la
misma tijera, sueltan su rayada diatriba de progreso y esperanza,
mientras en sus países instalan las más brutales medidas
neoliberales, y ya empiezan a aplicar otra vez la represión y la
intransigencia siempre necesarias para poder instaurar otra vez el
austericidio que la gran mayoría de sus pueblos ya conocen y saben
que solo beneficia a los ricos y destruye el nivel de vida de los
pobres y las clases medias.
El
mundo que hemos conocido hasta ahora está desintegrándose, el
sistema de producción capitalista, agotado por las crisis cíclicas
inducidas, ya no aguanta, por más que inventen y especulen, la deuda
acumulada por el sistema financiero es impagable, el crecimiento de
las grandes potencias está estancado y el sanguinario modelo
imperial solo se mantiene con vida por medio de las guerras, el
fraude y la corrupción que es lo único que la gran mayoría de los
políticos de la corporocracia y la cleptocracia financiera mafiosa
exportan a otros países .
Pero
la bancarrota económica no supera la bancarrota moral de la que el
mundo es hoy víctima, gracias a la industria de la mala cultura y
sus medios de desinformación masiva que han logrado insensibilizar
una gran cantidad de los ciudadanos del planeta.,
Nos
acostumbran a la violencia, al egoísmo y exaltan la avaricia y el
delito. Destruyen el tejido social de los pueblos, desintegran
comunidades, creando millones de desplazados a los que después
acusan de sus fracasos. Nos han convertido en consumidores
compulsivos Y nos mantienen a todos bajo un continuo régimen de
terror. Poco a poco han desmantelado la educación y banalizado la
cultura, van acabando con el conocimiento y convirtiendo todo en un
espectáculo ilusorio.
Los
discursos del administrador del imperio y sus lacayos son el ejemplo
más fehaciente de esa gran bancarrota moral en la que el capitalismo
salvaje ha hundido a la humanidad. El mundo es hoy más desigual que
nunca, la miseria no hace sino crecer y el delicado, complejo y
hermoso paraíso que es el sistema natural que le da vida al planeta
está más y más enfermo y contaminado por culpa de la avaricia
desatada por un modelo equivocado al que las grandes elites y sus
lacayos se aferran irracionalmente.
Hoy
en día las grandes transnacionales se fusionan entre si creando
grandes monopolios que controlan y manipulan mercados, precios, los
procesos de extracción y lo más grave ,se apoderan de las tierras
más fértiles y el agua potable y dominan el mercado de semillas
transgénicas y los agro tóxicos que hoy lo envenenan todo. En su
afán de lucro irracional estos monstruos corporativos nos llevan a
una casi segura apocalipsis inducida por el desastre ecológico y la
carrera armamentista.
Banca
rota moral, banca rota económica, crisis social y política. El
modelo capitalista nos conduce al desastre por los oscuros caminos de
la austeridad, la pobreza y el autoritarismo global.
Por Gustavo Corma
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