Al finalizar el 2016, uno de los años más duros para la república Bolivariana, y un año terrible para la humanidad, donde existen numerosos conflictos, armados o no, olvidados o no (Yemen, Palestina, Uganda y el Sahara entre otros), virajes hacia la derecha más reaccionaria, brexit, Trump, crisis de refugiados, terrorismo, paraísos fiscales, blanqueo de capitales, fraude generalizado al más alto nivel y demás señales de que lo peor está por venir, da pena ajena seguir leyendo a algunos comentaristas de la izquierda extrema, tan extrema que casi da la vuelta completa y suena ya muy parecido a la extrema derecha.
Igual pena dan algunos otros que se desviven por aprobar todo lo que hace y dice el gobierno. A unos se los acusa de “traidores” a la patria y a los otros de “apologistas” de un gobierno corrupto e ineficaz.
Al final, ninguno de los dos puede poseer la verdad de los hechos, debido a que en este mundo no existe una verdad absoluta. Como diría el gaucho Martin fierro en el hermoso poema de José Hernández “en este mundo traidor no hay verdades ni mentiras, todo es según el color del cristal con que se mira”.
Dicho esto, me sumare al maremágnum de opinadores profesionales, y volveré a expresar mi humilde parecer a través de estas reflexiones, sin la intención de imponer mis puntos de vista ni tratar de convencer a nadie que ya no esté convencido de cómo están las cosas en el mundo, hacia donde se dirigen y de cómo todo está relacionado.
Negar que existe contra Venezuela una guerra hibrida no convencional es una opinión de alguien muy mal informado o muy mal intencionado, de igual forma negar o tratar de esconder los errores y desaciertos del gobierno en tratar de combatir esta guerra no conduce a nada productivo.
Según los expertos, el objetivo de las guerras hibridas no convencionales es “perturbar todo intento de proyectos para conexiones transnacionales multipolares por medio de la creación de conflictos (étnicos, religiosos, sociales, políticos, etc.) en un país determinado”.
Aunque la guerra fría debió terminar con la caída de la Unión Soviética, al igual que la OTAN, esta guerra no solo ha continuado sino que ha venido calentándose y la OTAN se ha convertido en una fuerza de ataque permanente en beneficio del gran capital y sus corporaciones empeñadas en continuar con sus planes de acumulación por despojo. Por otro lado el surgimiento de un proyecto de unidad euroasiática, con Rusia y china a la cabeza, disputándole la hegemonía a las fuerzas de occidente, y tratando de trascender la unipolaridad que trata de imponer el gran capital occidental, pone a nuestro hermoso país, junto a muchos otros en una situación muy delicada, en medio de lo que podríamos llamar una guerra de pranes y como dice un antiguo dicho hindú, “cuando los elefantes pelean el pasto y las hormigas sufren las consecuencias”.
No me propongo defender ni a un lado ni al otro, solo reflexionar sobre la situación actual y como nos afecta.
EL ejército de los Estados Unidos de Norteamérica junto a La OTAN tiene más de mil bases militares en el mundo, muchas de ellas cercando a la federación rusa, y amenazando a la republica china en su propio mar del sur. De estas bases militares, 7 se encuentran en Colombia, otras más en Aruba, Curasao, (rodeando a Venezuela, para colmo, la hermana república está discutiendo una asociación estratégica con la OTAN, lo que traería sus guerras a la patria grande), en total más de 40 bases existen en NuestrAmerica y el Caribe, estas bases les cuestan a los ciudadanos gringos un total de 100.000 millones de dólares al año. Dólares que pudieran ser invertidos en beneficio de su pueblo, cuyo nivel de vida se ha venido deteriorando rápidamente.
Por su lado, China no tiene bases militares en el extranjero, pero posee el ejército más numeroso del planeta, Rusia tiene bases en Crimea, Siria, y dos o tres más en las antiguas repúblicas soviéticas de euro Asia.
El ejército venezolano solo ha salido una vez de sus fronteras, bajo el mando del gran Bolívar, para liberar a los pueblos hermanos del yugo imperial español.
Saquen sus propias conclusiones sobre quien se defiende de quien y quien es la verdadera amenaza.
Volviendo a lo de la guerra no convencional, nombremos algunos de los muchos que sufrieron, o aún sufren los ataques de este tipo de conflicto, el Chile de Salvador Allende, la Nicaragua sandinista, La Cuba de Fidel, Santo domingo, honduras, argentina, los Balcanes, el Congo y por supuesto , Irán, Libia, Irak y la sufrida siria, estas guerras incluyeron e incluyen, sanciones políticas y económicas, bloqueos, ataques a la moneda, desestabilización interna, ataques con fuerzas paramilitares y otros métodos utilizados para sembrar caos y destruir el tejido social de los estados nación poseedores de riquezas naturales o de una posición geopolítica determinante en el ajedrez político actual. Casi siempre estas guerras no convencionales incluyen “la fabricación del consentimiento” o el “ablandamiento” de los pueblos por medio de la propaganda, ejercida ya descaradamente por los medios de comunicación corporativos, para lograr que se sometan dócilmente a los designios de las clases financieras dominantes.
La Venezuela Bolivariana no se escapa del macabro juego y desde la toma del poder del comandante Chávez, comenzaron los ataques que, a raíz de su sospechosa muerte, han ido creciendo exponencialmente.
Que los fascistas de la derecha extrema, y algunos ciudadanos confundidos, debido a intereses particulares o por desconocimiento puedan negar la existencia de las guerras no convencionales, y el afán de las elites de consolidar su poder hegemónico en el mundo, es comprensible, pero que miembros de una supuesta izquierda y algunos periodistas e intelectuales lo pongan en duda…. Bueno para todo lo demás hay master card.
Qué bueno sería que este nuevo año que ya viene, los ultra izquierdosos se pusieran de verdad a organizar y educar al pueblo para recuperar el sentido de comunidad y solidaridad que el capitalismo salvaje nos ha ido quitando poco a poco, que bueno sería también que la oposición empezara a trabajar junto al gobierno para buscarle soluciones a los problemas que afectan a nuestro pueblo, en vez de solo farandulear, sabotear y entorpecer cualquier iniciativa, buena o no que venga del ejecutivo nacional.
Y que bueno sería que por fin este nuevo año, el gobierno empezara a tomar las medidas correctas en los momentos correctos, empezando por escuchar las críticas de muchos que quizás tengan razón, de luchar a fondo contra la corrupción y la impunidad, de ordenarle a su gente que en vez de buscar cargos políticos, dinero o reconocimiento, se concentre en guiar, escuchar y obedecer a los movimientos sociales, para que por fin se le empiece a entregar el poder real al pueblo organizado, y que este despierte de esa alucinación sembrada por el capitalismo y se dé cuenta de una vez por todas, que no existen casualidades, que todo está relacionado, y que la patria se encuentra hoy en medio de una pelea de pranes capitalistas, la cual solo trascenderemos con unión, participación y acción comunal solidaria, sin apoyarnos tanto en unas instituciones ya caducas, y utilizando nuestra imaginación para crear unas nuevas que nos ayuden a superar los cambios a los que definitivamente se enfrentan el planeta y la humanidad!
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