El
ataque contra Venezuela es total, económico pero sobre todo
psíquico, la idea es caotisar el país y volverlo ingobernable,
agotar anímicamente y hambrear al pueblo chavista para que se
doblegue y al pueblo opositor para que se subleve, las operaciones
psicológicas mediante la guerra mediática y la continua publicación
de rumores sin fundamento real y la burda manipulación de las
noticias en las redes han adquirido un nivel ya alarmante.
La
siembra del terror por medio del hampa paramilitarizada y los
sicarios, el contrabando, la indigencia y el bachaquerismo inducido
van volviéndose cada vez más comunes, pero lo que adquiere ya
niveles irracionales es el ataque a la moneda, un ataque con una gran
carga ideológica porque es un ataque frontal contra Bolívar, contra
la revolución bolivariana y todo lo que ella significa. Una
devaluación ficticia sin ninguna base en la lógica económica, la
fuga y el ocultamiento del dinero en efectivo, el continuo saboteo de
la banca en general, incluso la publica donde al igual que en otras
empresas del estado los infiltrados tarifados sabotean para
desprestigiarlas con miras a la privatización, a precio por supuesto
de gallina flaca.
No
es casualidad que se desaten todos los demonios contra la patria de
Chávez, el ataque de la derecha fascista al servicio de las elites
internacionales es global, la intención es destruir los estados
nación, dividiendo y sometiendo a los pueblos para seguir explotando
los recursos de todos para el beneficio de una minoría y sus
lacayos, mientras las grandes mayorías se hunden más y más en la
miseria.
Mientras
siguen los desahucios, aumenta el desempleo y la pobreza, se eliminan
la educación y la salud pública, y cada vez se invierte menos en
una economía real, mientras se recortan los pocos recursos asignados
a los refugiados de sus guerras, la Unión Europea planea ordenar a
sus miembros a que aumenten sus gastos militares en 5000 millones de
dólares.
Mientras
aumenta la miseria y el hambre en gran parte del planeta, los países
ricos siguen gastando en guerras y en la creación de mejores armas
para destruirnos los unos a los otros. La escases de alimentos y
medicinas son causadas solo por la avaricia de las mega corporaciones
que apuestan a futuro en la bolsa para crear crisis y aumentar los
precios y con ello sus ganancias. Lo mismo ocurre con el petróleo,
la baja de los precios son solo una maniobra de terrorismo económico
geopolítico, para destruir a Rusia, irán y Venezuela. No olvidemos
que el petróleo no es solo para energía y gasolina, de él se
derivan una miríada de productos diferentes como plásticos,
fertilizantes y aceites incluso algunos utilizados en la industria de
los cosméticos, es irracional jugar al abaratamiento por debajo de
los costos de extracción.
Pero
irracional es la conducta de las elites gobernantes en su afán de
dominación. Hoy unas pocas corporaciones gigantescas dominan la
economía global, carterizando precios, utilizando trabajo esclavo y
mano de obra infantil, sembrando “revoluciones de colores” a
punta de dólares, fomentando dantescas guerras y creando grupos
terroristas a la medida, según las situaciones, alimentando por un
lado a la industria armamentista, y por el otro a las poderosas
corporaciones transnacionales farmacéuticas y de los agro tóxicos,
las cuales nos envenenan y envenenan el medio ambiente en general.
Todos los
accidentes en las industrias petroleras y químicas, incluso en las
de transporte aéreo y terrestre, son causadas por la falta de
inversión en seguridad y mantenimiento, además de la terrible
explotación a la que someten al personal como pilotos u operadores
en general, todo solo con la intención de obtener más y más
ganancias invirtiendo lo menos posible.
Las
patentes nos obligan a importar y comprar medicinas y tecnologías a
precios imposibles, además de prohibir el desarrollo de las
industrias nacionales en los países del sur, las grandes
farmacéuticas nos venden medicamentos a los que les ganan más mil
por ciento, de los cuales algunos no sirven para nada y otros son
para combatir enfermedades que han sido inventadas o causadas por
estas mismas corporaciones.
Monsanto
y otras tres empresas más poseen ya la mayor cantidad de tierra
fértil del planeta, y las patentes para semillas genéticamente
modificadas, que son usadas para apoderarse de la producción total
de los alimentos. Van desapareciendo los campesinos y los granjeros,
se acaban las fincas familiares y los conucos, se destruyen los
ecosistemas sin contemplación, y las mejores tierras son dedicadas
al monocultivo y el turismo a gran escala. Todo para producir
ganancias. Hoy todo es sacrificable ante el altar del nuevo dios del
dinero y el poder, incluso la humanidad y su hábitat. Mientras
avanza el fascismo y las elites siguen adelante con su plan de
corporatizar al mundo, la gran mayoría de la gente sigue
anestesiada, completamente hipnotizada por la nueva religión
tecnológica y los grandes medios de fabricación de consenso. Los
campos se vacían y se llenan de gente las grandes ciudades donde se
viene a morir mal no a vivir bien.
Venezuela está en el ojo del huracán, en el centro de esta
tormenta, debido a su posición estratégica y sus inmensos recursos
naturales el ataque es frontal y despiadado, porque no pueden
permitir el triunfo de algo nuevo y diferente y si se lo permitimos
este ataque se volverá cada vez peor, cada vez más cruel. Que puede
hacer el pueblo venezolano para tratar de detener este ataque
injerencista ya casi apocalíptico, lo primero despertar de la
idiotez inducida por la industria cultural de la ideología
capitalista, reconocer y desenmascarar al verdadero enemigo y ponerse
del lado correcto de la historia, convertirse en un faro en esta era
de oscuridad en la que quieren sumirnos las elites.
Es
necesario entender que solo por medio de la organización popular
podemos hacerle frente a un enemigo no muy numeroso pero con mucho
poder. Tenemos muchas herramientas para utilizar, el boicot a los
especuladores y a todo producto fabricado por corporaciones( lo que
por cierto acabaría con muchísimos malos y dañinos hábitos
sembrados por las mismas, como el consumo de refrescos, snacks
chucherías importadas y demás porquerías), la acción directa con
manifestaciones y protestas pacíficas frente a los establecimientos
que acaparen y bachaqueen, la toma de locales y fabricas que estén a
su vez boicoteando al pueblo, el saboteo a paginas como dólar today
y otras que con sus falsas informaciones destruyen la economía y la
estabilidad social de la patria.
La producción local de alimentos, medicinas (sobretodo naturales),
vestimenta, juguetes, limpieza y aseo personal y todo lo que pueda
ser producido en pequeña y mediana escala, por mucha gente
diferente, para suplir las necesidades de la población, arrebatarles
de las manos a los oligarcas los medios de producción y las redes de
distribución y por supuesto usar los medios alternativos de todo
tipo para llevar adelante una agresiva revolución contracultural que
rompa con la cultura hegemónica del capital y comience a desmontar
sus estructuras desde abajo, que destruya la cultura de la ilusión ,
de la mentira, del consumismo compulsivo y de la apología a todo lo
negativo. Crear cineclubs, café concerts, redes de bares
alternativos para que los músicos puedan ganarse la vida y crear
buena cultura, crear empresas sociales, familiares, cooperativas,
bancos comunales, bancos de trabajo las herramientas son muchas, y
solo hace falta fe y voluntad.
Por
supuesto nada de esto puede ser logrado sin una organización social
honesta y solidaria, un pueblo que con todas sus diferencias avance
hacia una misma meta, un pueblo que se reconozca familia y que se
convierta en un ejemplo para el resto del mundo, un ejemplo tan
grande como el de la gesta libertadora del inmortal Simón Bolívar!
Envía tus articulos al correo: elsilbonai@gmail.com
Comentarios
Publicar un comentario