Elvis Presley convirtió el rock'n'roll en un fenómeno de masas, pero fue Chuck Berry quien le inyectó su rebeldía distintiva, quien definió sus parámetros con canciones sobre chicas, coches y todo lo que oliera a diversión, y quien dejó un sinfín de riffs memorables que sirvieron de piedra bautismal para los grandes músicos de la segunda mitad del siglo XX.
Berry escribía, cantaba y tocaba sus propias canciones, clásicos como 'Johnny Be Goode', 'Roll Over Beethoven' o 'You Never Can Tell', y lo hacía con un juego de piernas endiablado y una actitud entre burlona y chulesca que se convertiría en el canon de lo que ha sido para muchos un estilo de vida. Este sábado ha muerto en Misuri, su patria natal, según ha confirmado el departamento de policía del condado de St. Charles. Tenía 90 años.
Los agentes llegaron a su casa poco después del mediodía, después de recibir una llamada de emergencia. "Dentro del hogar los paramédicos encontraron a un hombre inconsciente y trataron de reanimarlo", pero fue demasiado tarde. Aunque todavía se desconoce el motivo oficial de su muerte, el hijo del músico le dijo hace poco a 'Rolling Stone' que había sufrido una neumonía.
"Como muchos hombres de 90 años, tiene sus buenos y sus malos días. No hace mucho tuvo un episodio de neumonía y está tardando mucho en recuperarse", afirmó Charles Jr. Aunque grabó su primer hit en 1955, 'Maybellene', cuando tenía 30 años, no dejó de tocar por todo el mundo hasta bien entrados los 80, ya convertido en un mito viviente.
Fue John Lennon quien dijo aquello de que "si quisieras darle otro nombre al rock'n'roll, podrías llamarlo 'Chuck Berry'". Antes que nadie, descubrió el infinito poder de seducción que aquellos tres acordes tenían con los adolescentes, en aquella América victoriosa de la posguerra a la que todavía le quedaban unos años para perder la virginidad.
"SE INVENTÓ TODOS LOS RITMOS DEL ROCK"
"Escribió todas las grandes canciones y se inventó todos los ritmos del rock'n'roll", dijo de él Brian Wilson. Sin su música, probablemente no habrían existido los Rolling Stones, Beatles, Beach Boys, Bob Dylan o los Kinks. Como mínimo habrían sido diferentes. "He robado cada uno de los punteos que alguna vez toco", dijo un día Keith Richards.
Nacido en 1926 en el seno de una familia numerosa de San Luis (Misuri), aprendió a tocar el blues en la guitarra siendo un adolescente y subió por primera vez al escenario en el instituto, donde destacó como estudiante, y se interesó por la poesía. Inicialmente se formó para ser peluquero, pero en 1952 creó su primera banda y, tras conocer a Muddy Waters poco tiempo después, le presentó al dueño de la discográfica Chess Records, con la que grabaría sus primeros discos.
Berry produjo una larga lista de hits y, con la invasión británica de mediados de los sesenta, fue reivindicado hasta saciedad, pero el hecho de ser negro en aquella América segregada no le ayudó a mantenerse en lo más alto y acabó siendo relegado al circuito de 'oldies'.
Fuente: elperiodico.com/
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