Recientemente se ha publicado por la Revista "Frontiers in Public health" un artículo de opinión acerca de el uso de probióticos en la actual Pandemia por COVID-19, que además esta podría ser una estrategia efectiva para aplanar la curva de contagios COVID-19.
El Mundo actualmente corre un riesgo inminente de seguir aumentando los casos y hasta se habla de un "rebrote", ninguna noticia dada por las autoridades como OMS son alentadoras, todas hablan de la posibilidad de que este Virus perdure en el tiempo y tengamos que "aprender a vivir con él", Las estrategias de Bio protección como el uso de tapabocas, distanciamiento Físico, la higiene de manos, entre otras, así como las medidas masivas de cuarentena, hasta ahora no han sido del todo efectivas, es por eso, que mientras las autoridades y los investigadores hablan de que las vacunas aun pueden esperar, que aún los tratamientos están en fase experimental y ninguno es del todo efectivo, los esfuerzos deben entonces también apuntar a terapias complementarias y preventivas.
"Si bien se cree que la transmisión del SARS-CoV-2 ocurre principalmente a través de gotitas respiratorias, el intestino también puede contribuir a la patogénesis de COVID-19 (1). El ARN del SARS-CoV-2 se ha detectado en el tracto gastrointestinal y muestras de heces de pacientes (2–4) y en sistemas de alcantarillado (5). Los coronavirus, incluido el SARS-Cov-2, pueden invadir los enterocitos, actuando como reservorio del virus (4). De hecho, grandes estudios clínicos de China indican que los síntomas gastrointestinales son comunes en COVID-19 y están asociados con la gravedad de la enfermedad (3, 4)". (1)
Existe bastante evidencia que muestran que la Microbiota Intestinal y todo el sistema digestivo tiene estrecha relación con el SARSCOV 2, pues en este existen los receptores ACE2, quienes son los que abran la llave del virus para el acceso a las células, además la micriobiota Intestinal y los probioticos, representan un inmuno modulador por excelencia, que podría proteger nuestro organismo ante agentes infecciosos de origen Bacteriano o Virales, ya en otras patologías se ha demostrado su efectiva con el uso de probióticos,
"Las alteraciones en la microbiota podrían explicar, por lo menos en parte, algunas epidemias de la humanidad como el asma y la obesidad. La disbiosis se ha asociado a una serie de trastornos gastrointestinales que incluyen el hígado graso no alcohólico, la enfermedad celíaca y el síndrome de intestino irritable". (2)
"Los probióticos son microorganismos vivos que cuando se administran en cantidades adecuadas confieren un beneficio para la salud del huésped (6). La evidencia clínica muestra que ciertas cepas probióticas ayudan a prevenir infecciones bacterianas y virales, incluyendo gastroenteritis, sepsis e infecciones del tracto respiratorio (ITR). La razón para agregar cepas probióticas a la estrategia general de prevención y atención se fundamenta en la ciencia y los estudios clínicos, aunque hasta ahora ninguno directamente sobre el agente etiológico de esta pandemia". (1)
"Pertinentes a la pandemia que afecta a los adultos más que a los niños, estos hallazgos positivos se confirmaron en un ECA (estudio) que incluyó a 27 sujetos de edad avanzada que recibieron Bifidobacterium longum o placebo (19). Además, las bacterias del ácido láctico, de las cuales se seleccionan muchos probióticos, son parte de la microbiota del tracto respiratorio superior en personas sanas, y se están considerando algunas cepas para la prevención de la otitis media recurrente (20, 21). Esto hace que su uso contribuya a frenar la progresión de la pandemia de coronavirus digno de consideración". (1)
Seguro aún hay mucho camino por recorrer en la ciencia, este artículo de opinión hace una pequeña revisión de la efectividad del uso de pre y probioticos en diferente Patologías producida principalmente por Virus y Bacterias en las vías respiratorias altas, es por esto, que usar como terapia complementaria para evitar la progresión y los contagios sería una estrategia efectiva, además de incrementar los estudios al respecto que vayan en diferentes direcciones del campo de la investigación.
"Cabe señalar que no todos los probióticos, incluso aquellos con beneficios gastrointestinales, necesariamente contribuyen en todos los sentidos a reducir el riesgo de infección respiratoria. Por ejemplo, Lactobacillus rhamnosus GG y Bifidobacterium animalis ssp. Lactis puede contribuir a los beneficios intestinales, pero no reduce la cantidad de virus en la nasofaringe (24). En la Tabla 1 se proporcionan ejemplos de productos que podrían considerarse, dependiendo de la disponibilidad en un país determinado". (1)
"En resumen, las cepas probióticas administradas por vía oral pueden reducir la incidencia y la gravedad de las ITR virales (Infecciones del Tracto Respiratorio). En un momento en que los médicos usan medicamentos con pocos datos anti-COVID-19, las cepas probióticas documentadas para actividades antivirales y respiratorias (no imitaciones indocumentadas de baja calidad) deberían formar parte del arsenal para reducir la carga y la gravedad de esta pandemia. . Los fondos del gobierno se están utilizando para probar numerosos medicamentos, pero igual de importante, deberían financiar los ensayos con probióticos. Además, se debe recomendar el uso de prebióticos reconocidos (por ejemplo, fructanos, galactanos) para mejorar la propagación de cepas probióticas y microbios beneficiosos indígenas como parte de la estrategia general para aplanar la curva".
Desde OSIMAVEN (Observatorio Salud, Medio Ambiente e Impacto Social de Venezuela), estamos dando seguimiento a este tema desde iniciada la Pandemia, es por esto que vemos muy importante incoporar al debate científico y a la investigación la influencia de la Micriobiota y el uso de los pre-pro bióticos en la COVID-19.
Aquí les dejamos el enlace para acceder al artículo de opinión completo, en inglés:
Referencias:
1.- Revista Digital "Frontiers" Front. Public Health, 08 May 2020 https://doi.org/10.3389/fpubh.2020.00186
2.-Revista de Gastroenterología de México. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0375090613001468
Por.- Dr. Ricardo León
Especialista en Medicina Interna e Investigador.
Director OSIMAVEN.
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